El papel del polígrafo en la reevaluación de personal
El polígrafo se utiliza principalmente en sectores donde la confianza es fundamental, como empresas de seguridad, organismos gubernamentales o corporaciones que manejan datos confidenciales. En estos entornos, el objetivo es evaluar periódicamente la veracidad y honestidad de los empleados, buscando detectar cualquier posible infracción o actividad desleal. Sin embargo, este proceso de evaluación genera preocupaciones:
- Vulneración de la privacidad: Los empleados se ven sometidos a preguntas que pueden invadir aspectos personales no relacionados con su desempeño laboral.
- Desconfianza en el entorno laboral: La reevaluación continua mediante polígrafos puede fomentar una cultura de desconfianza, donde los trabajadores se sienten vigilados y bajo sospecha constante, lo que impacta negativamente en la moral y el ambiente de trabajo.
- Riesgo de falsos positivos: Como el polígrafo no es infalible, un empleado inocente puede sufrir las consecuencias de un resultado incorrecto, poniendo en peligro su reputación y su puesto de trabajo.
Implicaciones éticas
El uso del polígrafo en la reevaluación del personal de confianza plantea varios dilemas éticos. Aunque las empresas buscan proteger sus intereses, esta práctica puede ser vista como una invasión a los derechos individuales. Algunos de los aspectos éticos más relevantes incluyen:
- Libertad de elección: En muchas ocasiones, los empleados se ven obligados a someterse a pruebas de polígrafo bajo la amenaza de perder su trabajo si se niegan. Esto plantea dudas sobre la libertad de elección real de los trabajadores en un entorno laboral.
- Uso desproporcionado del control: En lugar de basar la relación laboral en la confianza mutua y en evaluaciones objetivas de desempeño, el polígrafo puede ser usado como una herramienta de control excesivo que genera miedo y ansiedad en el personal.
- Impacto psicológico: Someterse regularmente a estas pruebas puede generar estrés emocional en los empleados, afectando su bienestar y su rendimiento laboral.
¿Es realmente efectivo el polígrafo?
La precisión del polígrafo ha sido motivo de debate durante décadas. Los resultados pueden verse influenciados por varios factores, como el estado emocional de la persona o su habilidad para controlar las reacciones físicas. Además, existen técnicas para «engañar» al polígrafo, lo que pone en duda su efectividad real en la detección de deshonestidad o comportamiento indebido. Depender exclusivamente del polígrafo para tomar decisiones importantes sobre el personal puede ser contraproducente.
Alternativas éticas a la reevaluación del personal
En lugar de depender exclusivamente del polígrafo, muchos sugieren la necesidad de incorporar otras herramientas de evaluación que tomen en cuenta el comportamiento, el análisis psicológico y los antecedentes de la persona. Las entrevistas detalladas y el uso de inteligencia artificial en la detección de patrones de lenguaje pueden ofrecer una alternativa más justa y equilibrada. Además, el avance en las tecnologías de verificación de datos y la transparencia en los procesos también puede reducir la necesidad de depender exclusivamente de un dispositivo que aún tiene margen de error.
Conclusión
Si bien las empresas pueden sentir la necesidad de reevaluar a su personal de confianza, el uso del polígrafo como herramienta de control. Las organizaciones deberían buscar métodos que respeten la dignidad y los derechos de los empleados, fomentando un entorno laboral basado en la confianza y el respeto mutuo. La reevaluación debe centrarse en el desarrollo de los empleados y en la mejora continua, más que en la vigilancia constante.