¿Cómo funciona un detector de mentiras?
El detector de mentiras mide varias reacciones fisiológicas en el cuerpo, como:
- Frecuencia cardíaca: Un aumento en el ritmo cardíaco puede ser un indicador de nerviosismo o ansiedad.
- Presión arterial: Los cambios en la presión arterial durante una entrevista pueden reflejar incomodidad o estrés.
- Respiración: Las personas tienden a respirar más rápido o irregularmente cuando están bajo presión o intentan engañar.
- Conductancia de la piel: La sudoración provoca cambios en la conductividad eléctrica de la piel, lo que puede ser una señal de estrés emocional.
Estos datos se registran en una gráfica que muestra las variaciones en tiempo real mientras el sujeto responde a preguntas. Un examinador capacitado interpreta estos gráficos para determinar si existe alguna correlación entre las respuestas fisiológicas y las posibles mentiras.
¿Es preciso un detector de mentiras?
Aunque los detectores de mentiras han sido utilizados durante décadas, su precisión sigue siendo motivo de debate. Algunas investigaciones sugieren que los polígrafo pueden identificar el engaño con una tasa de precisión del 70 al 90%. Sin embargo, no son infalibles. Diversos factores, como el estado emocional de la persona, la habilidad del examinador y el entorno de la prueba, pueden afectar los resultados.
Es posible que una persona inocente experimente nerviosismo extremo, lo que puede ser interpretado erróneamente como un intento de engaño. Asimismo, existen individuos que pueden controlar sus reacciones fisiológicas o utilizar técnicas para «engañar» al polígrafo, como el uso de medicamentos o técnicas de relajación.
¿Dónde se utiliza un detector de mentiras?
- Investigaciones policiales: El uso más conocido del polígrafo es en interrogatorios para determinar la participación o culpabilidad de una persona en un crimen.
- Selección de personal: En algunos países y sectores laborales (como agencias de seguridad o investigaciones federales), el polígrafo se utiliza como parte del proceso de selección para verificar la honestidad de los candidatos.
- Resolución de conflictos personales: Algunas personas recurren al uso del detector de mentiras en situaciones personales, como problemas de confianza en relaciones, para obtener una confirmación objetiva de la veracidad.
¿El polígrafo es admitido como prueba en un juicio?
El uso del detector de mentiras como prueba en tribunales varía según el país y la jurisdicción. En muchos casos, los resultados del polígrafo no son admitidos como prueba concluyente en un juicio debido a las dudas sobre su fiabilidad. No obstante, pueden ser utilizados como parte de la investigación para guiar a los investigadores hacia pistas adicionales o para aumentar la presión sobre un sospechoso.
¿Existen alternativas al detector de mentiras?
Existen otras tecnologías y métodos diseñados para detectar mentiras, aunque ninguna ha demostrado ser completamente confiable. Algunos ejemplos incluyen:
- Análisis del comportamiento no verbal: Expertos en detección de mentiras también observan el lenguaje corporal, los gestos y las expresiones faciales para identificar signos de engaño.
- Análisis de la voz: Se han desarrollado tecnologías que analizan las fluctuaciones en el tono y la velocidad del habla para detectar señales de estrés o nerviosismo.
- Escáneres cerebrales: Investigaciones emergentes buscan identificar patrones de actividad cerebral asociados con el engaño, aunque todavía se encuentran en etapas experimentales.
Conclusión
El detector de mentiras sigue siendo una herramienta controversial, pero útil en ciertos contextos. Si bien no es infalible, puede ofrecer información valiosa cuando se utiliza de manera adecuada y en conjunto con otros métodos de investigación. A pesar de sus limitaciones, su capacidad para medir las respuestas fisiológicas del cuerpo ante situaciones de estrés o engaño lo convierte en una herramienta clave en investigaciones policiales, procesos de selección y situaciones personales que requieren una evaluación objetiva de la verdad.