El funcionamiento del polígrafo
Un polígrafo funciona registrando varias respuestas físicas que se consideran indicadores de la actividad emocional o psicológica del individuo sometido a la prueba. Al realizar preguntas clave, tanto irrelevantes como relevantes, el operador del polígrafo busca identificar cambios en estas respuestas que podrían sugerir estrés o ansiedad. Los datos se registran en gráficos que muestran los patrones en las respuestas fisiológicas del cuerpo.
Las variables que el polígrafo mide incluyen la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la respiración y la conductancia de la piel. A continuación, analizamos cada uno de estos factores.
1. Frecuencia cardíaca: El pulso de la verdad
- Uno de los principales indicadores que mide un polígrafo es la frecuencia cardíaca. Cuando una persona está bajo presión emocional o ansiedad, como podría ser el caso al mentir, su corazón tiende a latir más rápido. El aumento de la frecuencia cardíaca es una respuesta fisiológica natural a la liberación de adrenalina, una hormona que el cuerpo produce cuando está estresado o se siente amenazado.
Durante la prueba del polígrafo, se colocan sensores en el cuerpo del individuo para monitorear sus latidos por minuto. Si la frecuencia cardíaca aumenta significativamente durante ciertas preguntas, el examinador podría interpretar esto como un signo de estrés o tensión, que potencialmente sugiere que la persona está mintiendo. Sin embargo, la frecuencia cardíaca también puede aumentar por otras razones, como la ansiedad general, el miedo o incluso el nerviosismo natural ante una prueba.
2. Presión arterial: Mide más que solo el estrés
- Otro indicador clave que mide el polígrafo es la presión arterial. Similar a la frecuencia cardíaca, la presión arterial tiende a aumentar cuando una persona está bajo estrés o experimenta emociones intensas. La presión arterial se mide colocando un brazalete en el brazo del individuo, que se infla para registrar cualquier cambio en la presión de la sangre mientras responde a las preguntas.
Este aumento de la presión puede deberse a la ansiedad que siente el sujeto si está tratando de ocultar la verdad. Sin embargo, al igual que con la frecuencia cardíaca, este cambio en la presión arterial no es un signo definitivo de engaño. Puede ser el resultado de varias emociones y factores externos, lo que plantea dudas sobre la precisión del polígrafo.
3. Tasa de respiración: El ritmo que revela tensión
- El polígrafo también mide la tasa de respiración del individuo. Cuando una persona se siente ansiosa o nerviosa, su patrón de respiración puede volverse irregular. Esto puede manifestarse en respiraciones más rápidas o más profundas, o incluso en pausas entre respiraciones que no son típicas para la persona. Al analizar estos cambios, el polígrafo busca signos de tensión emocional.
Para medir la respiración, se colocan bandas alrededor del pecho y el abdomen del individuo. Estos dispositivos registran la expansión y contracción de los pulmones, lo que permite observar si la tasa de respiración varía en respuesta a las preguntas formuladas. Como en los otros casos, la respiración puede alterarse por muchas razones, y no siempre es un indicador claro de mentira.
4. Conductancia de la piel: La respuesta galvánica
- Uno de los aspectos más interesantes que mide un polígrafo es la conductancia de la piel, también conocida como respuesta galvánica. Este parámetro mide la actividad eléctrica de la piel, que aumenta cuando una persona comienza a sudar. La sudoración es una respuesta común del cuerpo al estrés o la tensión, y puede ser más notable en situaciones donde alguien está mintiendo.
Uno de los aspectos más interesantes que mide un polígrafo es la conductancia de la piel, también conocida como respuesta galvánica. Este parámetro mide la actividad eléctrica de la piel, que aumenta cuando una persona comienza a sudar. La sudoración es una respuesta común del cuerpo al estrés o la tensión, y puede ser más notable en situaciones donde alguien está mintiendo.
El debate sobre la exactitud del polígrafo
A pesar de que el polígrafo mide varios indicadores físicos asociados con el estrés, su capacidad para detectar mentiras ha sido objeto de controversia. Muchas personas cuestionan la exactitud del polígrafo, ya que el estrés o la ansiedad que experimenta una persona durante una prueba no necesariamente indica que esté mintiendo. Existen numerosos factores que pueden influir en las respuestas fisiológicas de una persona, como el nerviosismo, el miedo o incluso problemas de salud, lo que hace que los resultados del polígrafo sean susceptibles a interpretaciones erróneas.
Además, algunas personas pueden aprender a controlar sus respuestas fisiológicas o a mentir de manera tan convincente que no muestran signos de estrés. Por esta razón, muchos expertos consideran que el polígrafo es una herramienta que debe utilizarse con precaución y no como una prueba definitiva de culpabilidad o inocencia.
Conclusión
Aunque el polígrafo mide varios aspectos del cuerpo humano que pueden estar relacionados con el estrés, no puede afirmar con certeza si alguien está mintiendo o no. Las respuestas fisiológicas que registra pueden ser provocadas por múltiples factores, lo que pone en duda su precisión como detector de mentiras. Como herramienta, el polígrafo puede ser útil en algunos contextos, pero su uso debe considerarse con escepticismo y complementarse con otras formas de investigación o pruebas más precisas.